Aisha

Al amparo de la noche, Salma y Aisha, con Antar en su jaula, emprendieron un viaje hacia la libertad. Sólo llevaban lo imprescindible: un arco, una daga, agua, comida y algo de dinero. Sin pasaportes ni billetes de avión, sólo valor velado bajo un burka. El desierto de noche era un lugar mágico, con las estrellas iluminando su camino.

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Salma señaló al cielo, enseñando a Aisha a leer las estrellas. Mira, Aisha. Las estrellas nos dicen que estamos en el buen camino". Aisha miró hacia arriba, maravillada por el cielo resplandeciente. Parecen diamantes, mamá". "Eso es porque son preciosas y sabias, habibti", respondió Salma, con los ojos llenos de esperanza.

2

A medida que avanzaban, el desierto ponía a prueba su determinación. Las tormentas de arena oscurecían las estrellas y el agua escaseaba. Pero la determinación de Salma nunca flaqueó. Utilizó su conocimiento del desierto para encontrar refugio y conservar sus recursos, enseñando a Aisha la resistencia y la fe.

3

Finalmente, tras muchas noches, los viajeros vieron el perfil de una ciudad al amanecer. Lo hemos conseguido, Aisha. Ahí está nuestra libertad", susurró Salma, con lágrimas de alegría en los ojos. Aisha, llena de emoción, soltó a Antar en el cielo. El halcón se elevó, símbolo de su nueva libertad.

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Aisha

THE END